Presentación del blog

Este blog nace con la intención de ayudar a difundir tres enfermedades que aun existiendo y padeciéndolas miles de personas, no se conocen ni se reconocen, pero se sufren:



Fibromialgia, SFC y SSQM.


Escritos diversos.


ME GUSTA CUANDO CALLAS. Isabel larráburu. Magazine de la Vanguardia.   mayo 2012




Por favor, déjeme acabar el pensamiento… Esta frase era muy habitual en un político catalán del que se decía que tenía poco carisma. Era un comunicador educado y considerado, muy ajeno a la moda actual. Nunca ganó las elecciones seguramente porque nunca llegó a comunicar sus ideas al ritmo de nuestros tiempos.
El ritmo conversacional de nuestra época es impaciente y acucioso; el espacio sonoro se ha convertido en objeto de lucha y captura a causa de su escasez. Sin ir más lejos, nosotros mismos podríamos reconocernos en las comidas familiares peleándonos por hablar alrededor de la mesa. Siempre hay alguien que suele estar callado, mientras los gritones le increpamos: “No te hemos oído hablar, ¿estás bien?”. A este rezagado, casi siempre le cae la fama de tímido, tonto o lento. No sé bien si la causa es solamente demográfica (ahora somos más personas en el mundo intentando hacerse oír), o si nuestra capacidad de atención se ha contraído a causa de la influencia de la nueva comunicación de predominio visual.
Para sobrellevar el regateo de atención de los demás y seguir manteniendo, a pesar de todo, el contacto, hemos decidido embestir sin rodeos por la vía del solapamiento del sonido con palabras atropelladas a voz en grito e interrupciones inclementes. No hay más que ver los programas televisivos que tanto agradan a la audiencia o las conversaciones en los restaurantes. ¿No hay silencio?. No pasa nada, yo chillo más que el ruido ambiental. Al final siempre vence la voz más potente. No nos extrañe que nuestro estilo de conversación sea coherente con la evidencia de ser el segundo país más ruidoso del mundo después de Japón.
Hablar como suecos o como españoles.
La conocida socio lingüista Deborah Tannen de la Universidad de Georgetown, autora de conocidos libros sobre la comunicación hombre/mujer como “Yo no quise decir eso” o “¡Tu no me entiendes!”, en los que analiza las diferencias en el discurso de mujeres y hombres, ha escrito un ensayo sobre las características culturales aplicadas a la conversación. Tannen considera que existen diferencias según nuestra idiosincrasia a la hora de comunicarnos.
Para ella, italianos, afro americanos, rusos, europeos occidentales y neoyorquinos (de entre estos, sobre todo los judíos), “hablan libremente uno por encima del otro, confiando en que el otro persistirá o desistirá dependiendo de la fuerza de su convicción o de su necesidad de completar el pensamiento”. A este estilo de conversación le llama de “alta implicación”.

Por otra parte, a los germano americanos, irlandeses americanos, norteamericanos del Medio Oeste, escandinavos y americanos de New England los clasifica como conversadores de “alta consideración”. Estos suelen esperar un segundo o dos después que el interlocutor ha terminado para empezar a hablar. Las interrupciones son interpretadas por un hablante de “alta implicación” como señal de intenso interés y pasión, mientras que para aquél cuyo estilo es el de “alta consideración” estas son invasoras, parecen ataques y, sobre todo mala educación.

Cómo transmitir el mensaje.

La lingüista afirma que nuestros problemas de comunicación no provienen solo de lo que decimos sino más bien de cómo lo decimos. La rapidez, el volumen, el modo directo o indirecto, la ironía y otros factores más sutiles. Ella nos sugiere algunos puntos para facilitar nuestra comunicación:
·           Reconocer los diferentes estilos de conversación. Cuando la comunicación no es fluida, es conveniente preguntarse si el problema es que uno tiene un estilo de “alta consideración” y el otro de “alta implicación”.
·         Saber distinguir entre mensaje y “metamensaje”. El mensaje es aquello que se dice, palabras y frases. El meta mensaje es el significado que nos llega por otras vías como el tono, volumen, lenguaje corporal o expectativas basadas en nuestra experiencia pasada con esa persona.
·    Modificar el propio estilo para adaptarse al del interlocutor. Tannen afirma que esto es posible. Se puede hablar más rápido o más lento, interrumpir más o menos para situarse en el nivel de comodidad del interlocutor.
·   Trascender la conversación. Esta táctica implica observar la conversación desde fuera para indagarse qué hay en común entre los argumentos de los interlocutores. Cambiar la perspectiva para volver a plantear los términos desde un punto de vista más positivo y constructivo.
·      Escuchar correctamente. Si alguien nos pregunta cómo es que podemos comer tanto sin engordar, es mejor creer no nos están tachando de glotones. Podría también ser una pregunta de lo más inocente. El escuchar correctamente nos puede ayudar a no tomarnos las cosas de modo personal, ver a los demás de un modo más compasivo y ofrecerles la presunción de inocencia.
·          Metacomunicarse. Significa entender la información que nos llega además de las palabras. El metamensaje es la interpretación individual de lo que significa la conversación. Muchos malentendidos son debidos al metalenguaje. Sería bueno observar las motivaciones que van más allá de las palabras para poder comprender mejor al interlocutor.

Interrupciones correctas e incorrectas.

La autora afirma que existen conversadores que practican la “interrupción colaboradora” aunque las palabras se solapen, como apoyo entusiasta e participación para ratificar y animar a la persona que tiene la palabra. A los conversadores de “alta implicación” no les molesta ser interrumpidos porque, o bien tendrán en cuenta la interrupción, o bien la ignorarán si les conviene. Algunos grupos culturales raramente hacen pausas entre los turnos de palabra, ya que para ellos el silencio significa falta de conexión en una conversación amistosa. Evidentemente, Tannen se refiere a breves interrupciones, no a interrupciones para introducir un tema completamente distinto. Los conversadores de ”alta consideración” nunca invaden una conversación, por lo que participar en una reunión de “altamente implicados” puede resultar una experiencia inmensamente frustrante para ellos.




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Las dos caras de la soledad

27/11/2011   Texto de Judith 

Estar solo, sentirse solo, se percibe como algo negativo y más en la sociedad actual. Por eso asusta. Pero la soledad también puede ser una elección; a veces, es buscada como una forma de crecimiento personal

¡Ya tengo 500 amigos en Facebook! El número de amigos en las redes sociales parece marcar hoy el éxito social de muchas personas. Y el despliegue de fotografías en esas redes contribuye a crear esa apariencia de éxito: con la pareja, anunciando el nacimiento de los hijos, celebrando fiestas con los amigos, mostrando la nueva mascota... ¿Por qué se invita compulsivamente a personas a formar parte de las redes sociales? Esta actitud puede responder al miedo a estar o sentirse solo. Nadie quiere vivir en soledad. O casi nadie.

“Es difícil saber si las relaciones on line resuelven el problema de aislamiento de una persona”, reflexiona Antonio López, doctor en Sociología y catedrático de Trabajo Social por la Universidad a Distancia (UNED). “Sin embargo, en una sociedad individualista como la nuestra, en la que las relaciones sociales son muy frágiles, la red permite encontrar personas afines e interactuar con ellas”, continúa. La sociabilidad on line implica la posibilidad de conectar a personas que tienen dificultades para establecer comunicación con su entorno más próximo.

La soledad es el sentimiento de estar solo. Como estado de ánimo se suele percibir como algo negativo, que causa angustia, un sentimiento asociado a situaciones dolorosas, como el desamor o la pérdida de un ser querido. Por ello, la soledad asusta.

¿Qué hay de inquietante en sentirse solo? Según el filósofo y teólogoFrancesc Torralba, se trata de “una vivencia incómoda que remueve estratos del alma que preferimos no tocar”. Por ello, el autor de El arte de saber estar solo añade que “buscamos bálsamos para liberarnos de la soledad”.Refugiarse en las redes sociales, el trabajo, el sexo o los amigos también permite huir de uno mismo, de encontrarse a solas con los pensamientos.

Una sociedad que premia la compañía y, por el contrario, castiga la soledad compadece a las personas que no tienen amigos o familia. Por ello, inquieta estar solos, porque la soledad no buscada, como analiza el filósofo Karl Jaspers, es “una situación límite, como lo son una enfermedad, el fracaso, el desamor, la culpa, el sufrimiento o la muerte de un ser querido”. Sin embargo, Jaspers advierte que “hasta que experimentamos una situación de este tipo, no conocemos la verdadera magnitud de nuestro ser, la grandeza o pequeñez de nuestra alma”.

Por eso, afrontar la soledad consiste en “aprender a utilizarla para ponerla al servicio de la vida, porque sólo quien lo hace es capaz de crecer y extraer las mejores lecciones”, explica Torralba.
Experimentar la soledad impuesta suele conducir a la persona a un vacío existencial que le puede llevar a una situación desesperante que sólo ella puede resolver. Según el filósofo hindú Jiddu Krishnamurti, “la soledad es un problema creado por el pensamiento, y al estar limitado (el pensamiento), este no puede resolverlo”.

La soledad impuesta es aquella en la que la persona (a veces, incluso sin estar sola) se siente sola, o la resultante de un estado anímico, como la depresión o una baja autoestima –por ejemplo, consecuencia de una situación de desempleo–, o la asociada a determinadas etapas de la vida, como la pubertad o la vejez. Sin embargo, ese vacío existencial no comporta la ausencia de personas en la vida ni la falta de compañía, sino, en realidad, la ausencia de uno mismo, que impide su crecimiento personal. Exista o no esta sensación de vacío interno, “la soledad no debe ser ajena a sentirse profundamente querido”, señala Torralba.

Y también puede convertirse en una experiencia placentera. Hay quien la busca como una forma de autoayuda y de crecimiento espiritual: es la soledad creativa. “Se puede vivir una soledad creativa aprendiendo a manejar la crítica para no sentir miedo de ella, a aceptar la muerte de un ser querido o que los hijos abandonen el hogar, aprendiendo a crear espacios para compartir, valorando el grupo, fortaleciendo la autoestima, recuperando la sensibilidad para dar amor, antes que esperar recibirlo, sosteniendo relaciones humanas sin falsas expectativas o, desde un punto de vista espiritual, comunicándose con Dios. Todos los beneficios que aporta la soledad creativa se podrían resumir en autonomía, independencia y conocimiento personal”, sostiene Torralba.

Pero a pesar de lo provechoso que puede resultar este sentimiento, las connotaciones negativas que se asocian a la soledad alejan a la mayoría de las personas de buscarla, aferrándose a las relaciones sociales. El filósofo Arthur Schopenhauer ya decía que “los hombres vulgares han inventado la vida en sociedad porque les es más fácil soportar a los demás que soportarse a sí mismos”, y que la soledad “es la suerte de todos los espíritus excelentes”. La escritora Susan Sontag, en cambio, la describió como “ir a un sitio donde no hay nadie, a concentrarse, a oír la propia voz de uno”.

Francesc Torralba advierte del valor que tiene la soledad en la experiencia de la creación. Según él, “sólo cuando el creador toma distancia del mundo de los estímulos, se protege de la saturación informativa, se escucha a fondo y experimenta la desazón del vacío, puede identificar lo que está en sus adentros, aquello que está suplicando liberarse, salir a la superficie”. El proceso de creación exige esta doble dinámica de vaciamiento y de liberación del potencial, del talento oculto, que proporciona la soledad.


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Fuente: http://circulosdemujeres.blogspot.com/2011/07/la-mujer-debe-despertar-por-amma.html

 

 

LA MUJER DEBE DESPERTAR, POR AMMA


TEXTO DE SRI MATA AMRITANANDAMAYI DEVI – ENVIADO POR MARIA DEL MAR CAÑAS DE ARBOLEDA DE GAIA
En realidad, ningún poder exterior puede evitar que la mujer se exprese y manifieste sus cualidades maternales innatas, como el amor, la empatía y la paciencia. Es la mujer y ella sola la que debe despertar. El único obstáculo real para este despertar es su mental…
Las cualidades maternales innatas de las mujeres, su poder de creación, de dar la vida, constituyen su fuerza más grande. Y este poder puede posibilitar que las mujeres realicen un cambio mucho más profundo en la sociedad del que los hombres pudieran hacer.
Las mujeres deben recuperar su fuerza y su coraje. El coraje es un atributo del espíritu. No se trata de una virtud del cuerpo. Las limitaciones a las que se creen sometidas las mujeres no son reales. Cuando desarrollen la fuerza de vencer estas limitaciones imaginarias, nada podrá detener su marcha hacia delante en todos los ámbitos de la vida. Ellas tienen el poder. Ya está ahí, presente en ella…
En la India antigua, cuando un marido hablaba de su esposa utilizaba los términos que significan “aquella que orienta a su marido en los viajes de la vida”, “aquella que orienta a su marido en la vía de la rectitud y de la responsabilidad”…
De hecho, las mujeres han sido consideradas encarnaciones de la Energía Suprema…
Los hombres también tan sufrido enormemente el exilio del principio femenino fuera de este mundo. Las mujeres no son las únicas que han sido oprimidas, pues el aspecto femenino contenido en todos los hombres ha estado reprimido y, como consecuencia, la vida de los hombres se ha vuelto parcelada, a menudo dolorosa…
Solo el amor, la compasión y la paciencia, cualidades fundamentales de las mujeres, tienen el poder de disminuir las tendencias intrínsecamente agresivas e hiperactivas de los hombres. De la misma forma, las mujeres necesitan las cualidades masculinas para no quedar inmovilizadas por su bondad y pureza. Las mujeres constituyen más de la mitad de la población mundial. Cuando les negamos la libertad de ocupar un puesto relevante y el estatus elevado que debería ser suyo en la sociedad, cuando les negamos esto, la sociedad pierde entonces lo que las mujeres podrían aportarle. En realidad, el hombre es una parte de la mujer. Todo niño está primero en el seno de su madre… el masculino está contenido en el femenino.
Hay dos tipos de idiomas en este mundo: el idioma del intelecto y el idioma del corazón. La agresividad es la naturaleza del intelecto, brusca y racional. La compasión es, en cambio, la naturaleza del idioma del corazón ligado al principio femenino. Desafortunadamente, en el mundo actual el idioma del intelecto es el que prevalece, y no el del corazón…
La noción del amor ha sido desnaturalizada, y por ello el mundo está lleno de conflictos, de violencia y de guerra. Las mujeres son la energía y el mismísimo fundamento de nuestra existencia en este mundo. Cuando pierden el contacto con la realidad de su ser, la armonía de la naturaleza, el equilibrio del mundo se rompe para dejar paso a la destrucción.Es por tanto crucial que las mujeres del mundo entero hagan el mayor esfuerzo posible para redescubrir su naturaleza fundamental, pues sólo así podremos salvar el mundo…
¿Y cuál es el ABC de una mujer? ¿Cuál es la fibra íntima del ser de una mujer? ¿Qué constituye su existencia? Son estas cualidades innatas, los principios esenciales del amor materno. Independientemente d el ámbito en el que una mujer decida trabajar, no debería olvidar las virtudes que le han sido otorgadas graciosamente por Dios, por la naturaleza. Una mujer debería llevar a cabo cada uno de sus actos manteniéndose siempre firmemente anclada a estas cualidades. Así como el ABC constituye los cimientos del alfabeto, la cualidad de madre es la naturaleza fundamental de una mujer. Antes de involucrarse en cualquier actividad, no debe omitir esta parte crucial de ella misma. La energía masculina puede compararse al agua estancada. Al hombre le resulta difícil dejar un papel para concentrarse plenamente en otro. Por esta razón la vida profesional y la vida familiar de muchos hombres termina mezclándose. La mayoría de los hombres no pueden separar los dos y su relación con su esposa y sus hijos se ve afectada. La mayoría de las mujeres, en cambio, saben hacerlo. La energía femenina es fluida como un río. Por eso a una mujer le resulta fácil ser a la vez madre, esposa y una amiga fiel que llena a su esposo de confianza. Posee un don especial que le permite ser la guía y consejera de toda la familia. Las mujeres que trabajan son plenamente capaces de tener éxito también en su vida profesional. La mujer es la creadora del género humano. Ella es el primer gurú, la primera guía y mentor de la humanidad. Ella lleva las riendas de la integridad y de la unidad de la familia, de la sociedad. No hay que subestimar la responsabilidad de una madre cuando se trata de la influencia que ejerce sobre sus hijos y la inspiración que les aporta. Por doquiera que veáis seres dotados de una inmensa fuerza, felices, generosos, condescendientes y comprensivos, encontrareis generalmente una madre admirable que les ha inspirado, haciendo de ellos lo que son. Las madres son las más aptas para sembrar en el mental de los seres humanos las semillas de amor, de fraternidad universal y de paciencia. Incluso la leche materna transmite al niño/a las cualidades interiores de la madre. La madre comprende el corazón de su hijo/a, lo alimenta con su amor y le ofrece un enfoque positivo de la vida…
La madre que acuna a su niño/a es también la que lleva la luz al mundo. Una mujer que haya despertado en ella el amor materno lleva el paraíso doquiera que esté…
Sólo la mujer puede crear un mundo de paz y de gozo. Una mujer debe pensar en qué puede ofrecer a la sociedad, en vez de en qué puede tomar de ella. Esta actitud le ayudará a progresar de verdad…
Así que en vez de oxidarse pasándose la vida entera entre las cuatro paredes de su cocina, sería bueno que las mujeres salieran a compartir con los demás lo que tienen para ofrecer y que consiguieran los objetivos que tuvieran en la vida…
Ya seas un hombre o una mujer, tu verdadera humanidad no se revelará hasta que las virtudes femeninas y masculinas estén en equilibrio…
Si las propias mujeres se desvían del principio femenino, el resultado será el fracaso absoluto de las mujeres en la sociedad… El mundo actual necesita realmente que las mujeres aporten a la sociedad todo lo que puedan, desarrollando su cualidad de madre universal así como su cualidad masculina. Cuanto más se identifique una mujer con su naturaleza interior de madre, más se despertará esta Shakti o energía pura. Cuando las mujeres desarrollen este poder en ellas, el mundo empezará a escuchar sus voces con atención cada vez mayor…”


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Los 2 lobos.
Un viejo indio estaba hablando con su nieto y le decía:
- Me siento como si tuviera dos lobos peleando en mi corazón. Uno de los dos es un lobo enojado, violento y vengador. El otro está lleno de amor y compasión.
El nieto preguntó:
- Abuelo, ¿dime cuál de los dos lobos ganará la pelea en tu corazón?
El abuelo contestó:
- Aquel que yo alimente...

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Las palabras no se las lleva el viento, dejan huella, tienen poder e influyen
positiva o negativamente.

Tus palabras curan o hieren a una persona y a ti mismo

Para los griegos la palabra era divina y los filósofos elogiaban el silencio.

Piensa en esto y cuida tus pensamientos, porque ellos se convierten en palabras, y cuida tus palabras, porque ellas marcan tu destino.

Piensa muy bien antes de hablar, cálmate cuando estés airado o resentido y habla sólo cuando estés en paz.

De las palabras depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra.

Una cometa se puede recoger después de echarla a volar, pero las palabras jamás se podrán recoger una vez que han salido de nuestra boca.

Las palabras tienen mucha fuerza, con ellas podemos destruir lo que hemos tardado tanto tiempo en construir.

Cuántas veces una palabra fuera de lugar es capaz de arruinar algo por lo que hemos luchado, cuántas veces una palabra de aliento tiene el poder de regenerarnos y darnos paz.

Las palabras insultantes o despectivas nunca han creado algo edificante. Con el uso de expresiones agresivas, lastimamos a las personas provocando heridas creando resentimientos y dolor , que se volverán a nosotros,…

La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado papel y la ofrecemos con ternura ciertamente será aceptada con agrado.

Las palabras son la manifestación de nuestro mundo interior, al cuidar de nuestro lenguaje purificamos nuestro mundo interior.

Muchas enfermedades son únicamente el producto de nuestros pensamientos desequilibrados. La violencia, las mentiras, el resentimiento y tantas otras cosas existen y conviven con nosotros en este mundo

Ante ello tenemos que cultivar cualidades de amor, verdad y gratitud, creando un sólido mundo interior en donde la bondad y la verdad brillen; para luego extender este mundo interior a las personas de nuestro alrededor.

Tu palabra irresponsable: puede encender discordias.

Tu palabra cruel: puede arruinar una vida.

Tu palabra de resentimiento: puede causar odio

Tu palabra brutal: puede herir o matar.

Tu palabra de afecto cura y ayuda

¡Las palabras son vivas! ¡Bendicen o maldicen, Alientan o abaten, Salvan o condenan!

“Si todas nuestras palabras son amables, los ecos que escucharemos también lo serán.”

De ti depende si las usas para bien o para mal, tanto para ti como para los demás.

Cuida tus palabras, ellas tienen poder

Habla de tal manera que en tu alma y en la de los demás quede la Paz.

2 comentarios:

  1. Es sencillo y se nota que acaba de empezar, pero esta muy bien, sobre todo la intención.

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  2. Raquel he visto su interesante escrito en la pagina de Miguel Jara en el apartado de indignaos queria explicarle una cosa creo bastante insteresante sobre lo que usted escribe alli, no puedo contestarle por alli pues Miguel me tiene interferidos mis comentarios, si contesta le escribo

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